Recoge cacas de perro por la calle, las huele y las colecciona desde hace seis años.
Cris de Pamplona es adicta a oler y coleccionar cacas de perro. Para ella es lo más normal del mundo y lleva más de seis años recopilando excrementos por las calles.
Todo comenzó cuando adoptó a un perro y el animal enfermó. Tras un tratamiento en el que debía observar las heces del animal se enganchó a su olor. Ahora se dedica a recoger cacas de perro por la calle y las mete en cajas a modo coleccionista.
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