La última y para muchos polémica actualización de WhatsApp (el doble check azul) se ha cobrado una de sus primeras víctimas (no os asustéis, no hay ningún hecho luctuoso de por medio). Un joven de Arabia Saudí ha decidido divorciarse de su esposa después de que ella no respondiera a sus mensajes a pesar de haberlos leído.
¿Por qué inventan estas cosas? Con lo bonito que es el misterio, preguntarte si habrá visto tu última misiva, el nerviosismo de esperar la respuesta de tu amada… Las nuevas tecnologías han acabado con la magia. ¡Qué profundo me he puesto! Bueno, al lío, que me despista Cupido.
Según informa un medio local, el hombre fue acumulando frustración al ver que su mujer contestaba todas las conversaciones de WhatsApp menos las suyas. Eso es tener mala baba. Con lo fácil que es poner un emoticono y te quitas el problema de encima. Pues no.
Al parecer, día tras día, la chica ignoraba por activa y por pasiva todos los mensajes. Incluso descuidó las labores del hogar y la atención de sus hijos por dar rienda suelta a su creatividad en múltiples grupos de conversación, algo que terminó por desesperar al que ya es su exmarido.
Como todo tiene un límite, la situación explotó cuando la joven llegó a casa y de nuevo pasó olímpicamente de su pareja (ni escuchó sus argumentos, como quien oye llover). Tal es así que se puso a chatear con una amiga. ¿No quieres caldo? Pues toma dos tazas. Ese fue el detonante para que el chico cortara por lo sano y le pidiera el divorcio exprés.
Los dos años de matrimonio (el roce, el cariño…) se ve que no sirvieron para nada. Ella ya había elegido otra pareja: su amado WhatsApp. Quizás le aportaba todo lo que no le ofrecía su ‘ex’. Hay gente con gustos muy peculiares.
Fuente: http://blogs.20minutos.es/becario/
Fuente: http://blogs.20minutos.es/becario/
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